Converse y no discuta (si quiere una relación duradera con su socio)

El coach ayuda a los emprendedores a diseñar el diálogo con sus compañeros de sociedad, a escucharlos, a concentrarse en sus compromisos y en una relación de armonía

Esteban Reyes (*)

Carolina tenía noches sin dormir. Una molestia con su socia le estaba haciendo la “vida de cuadritos” los últimos días. El proyecto conjunto estaba marchando bien, pero su socia se había involucrado en otro proyecto, de carácter  social, desde hacía varios meses y esto a ella no le parecía correcto. 
Habían tocado el tema varias veces, pero los resultados no dejaban satisfecha a Carolina; sobre todo su preocupación seguía intacta. Sabía que algo no estaba correcto.  
Situaciones como éstas son ejemplos de lo que le pasa a los emprendedores en su “quehacer” diario.  
Las conversaciones son esos momentos de interacción entre los humanos en los que se crean los compromisos, en los cuales se hacen los acuerdos que sustentan una relación, cuando se piden, ofrecen cosas y se coordinan acciones. En las conversaciones se construye la identidad de un líder y se desarrolla la confianza.
Sin embargo, desde los enfoques tradicionales, las conversaciones no son objetos de estudio y de mejoramiento. Desarrollar competencias para conversar, aprender a diseñar y ejecutar conversaciones efectivas y productivas requiere de entrenamiento y de práctica constante.

Conversar es muy diferente a discutir

 Una discusión es más parecido al solapamiento de dos monólogos. En una discusión, los interlocutores no están abiertos a escuchar y a respetar los argumentos y puntos de vista del otro. En una discusión, cada uno busca convencer al otro de la verdad que contiene su punto de vista, cada quién busca tener la razón. Una discusión tiene el poder de destruir una relación, una amistad o una sociedad y eso lo sabemos. Todos hemos tenido una experiencia que ha quedado tatuada en nuestra memoria emocional. Por eso le tenemos tanto miedo a caer en una discusión con alguien que nos importa. Es a esto a lo que le teme Carolina. Por eso le cuesta hablar claramente de lo que le pasa, de sus trasnochos, preocupaciones y rabia.  
La conversación es diferente. En una conversación, el escucha generoso del otro permite que el discurso de cada uno fluya y se transforme en algo nuevo para ambos. Una conversación productiva se funda siempre en el respeto incondicional del otro, a la legitimidad que tiene cada uno de pensar y sentir libremente. En una conversación, nada de lo que piense o sienta es pecaminoso o es un error. Una conversación creativa y liberadora limpia todos los juicios y creencias que se han instalado en nosotros como virus informáticos en una computadora. Una conversación de amigos “resetea” los resentimientos y las rabias y reinicia la relación en un nuevo nivel.
Por eso es que conversar creativamente, para solucionar problemas y para resolver conflictos, no es una técnica. Es un arte que requiere ser aprendido por emprendedores e innovadores, y esto lo sabe muy bien un coach.

El coach de Carolina

Fue, precísamente, el coach de Carolina quien la ayudó a reproducir los compromisos un tanto difusos que se habían establecido en los cinco años que ella llevaba en esa sociedad que ahora  le tenía la vida de cuadritos.
El coach la ayudó a concentrarse en los compromisos y en evaluar el cumplimiento de cada uno de estos. La llevó a escucharse a sí misma y, especialmente, sobre cuáles eran las expectativas que ella tenía del comportamiento de un socio en esta etapa de la empresa.
La apoyó en el diseño de la conversación con su querida socia para que este diálogo no llegara los temidos puertos de una discusión improductiva y estéril, sino que estuviera centrado en servir a la empresa y, sobre todo, a mejorar la relación entre ellas.
Tres días después, el coach la llamó y lo primero que Carolina le dijo fue que, al fin, aquella noche, había podido dormir tranquila.
Por esta razón, podemos parafrasear a Nietzsche en su referencia a las relaciones de pareja: “Si quiere un negocio duradero, prepárese para una larga conversación”.

(*) Esteban Reyes es fundador y CEO de StartCoaching

Comentarios

  1. Son muchas las cosas importantes que pasan o dejan de pasar por no saber cómo conversar con nuestros socios.

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  2. Excelente Articulo Esteban, da respuestas a muchas interrogantes perdonales y reafirma mi conexion de adquirir estas herramientas de cómo con una conversación alcanzar el proposito trazado

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