Enfocarse y tomar conciencia: dos prácticas claves para innovar
![]() |
En StartCoaching incorporamos la práctica de mindfulness para enseñar a tener consciencia del "aquí y ahora". Foto Félix León |
La práctica de mindfulness está siendo usada en empresas como Google o Apple para conseguir que sus empleados logren tener mayor bienestar y efectividad en la toma de decisiones. Por esta razón se ha incorporado a la escuela de StartCoaching
Josefina Blanco Baldó
@mindfulness_jbb
Hoy día en los
centros de innovación a nivel global se está hablando de mindfulness como una práctica que permite preparar al innovador
para los desafíos y agudizar sus recursos en sus tareas a emprender.
Sin embargo, no se trata de adoptar un término
en inglés simplemente de moda, sino de tomar una actitud a cultivar que se
desprende de prácticas de más de 2500 años, occidentalizadas hace ya unos 30
años por el Dr. Jon Kabat-Zinn, de la Universidad de Massachusetts en Boston.
Se ha demostrado científicamente que estas prácticas tienen múltiples efectos beneficiosos tanto en
la salud, en el trabajo y en las relaciones personales.
Simplemente, mindfulness es tomar consciencia y enfocarse en la
experiencia presente sin dejar que los pensamientos nos distraigan. Es una
forma de crear orden mental, que en última instancia lleva a la calma mental.
Esta habilidad mindfulness permite estar más conscientes de nuestros pensamientos,
emociones y sensaciones pero también permite aprender a no “engancharse” en
cadenas de pensamientos, así como de disfrutar y saborear más las cosas buenas
de la vida.
Enfocarse en el
presente, tomar consciencia y aceptar lo que aparece cuando prestamos atención
es lo que se conoce como mindfulness.
La desatención a
la orden del día
Vivimos
distraídos y desenfocados del momento presente. Cuando uno se pierde en un
pensamiento del pasado o en fantasías del futuro, se está en lo que han llamado
los expertos en el área “piloto automático”. Es como si la mente estuviese en
un lugar y el cuerpo haciendo otra cosa.
Esta situación conlleva a reacciones poco saludables como el estrés, la
ira, decisiones apresuradas o impulsivas y frustraciones.
Hacemos muchas cosas sin tomar consciencia de que
las estamos haciendo. Dejamos que nuestra mente viaje al pasado o al futuro, se
distraiga hacia fantasías, recuerdos, preocupaciones o se concentre en algo
fuera de nuestra experiencia. Nos perdemos de saborear las experiencias.
Un estudio con 2500 personas llevado
a cabo por Killingsworth y Gilbert de la Universidad de Harvard concluye
que la gente divaga mentalmente independientemente de lo que hace en casi la
mitad de su tiempo. Este estudio reveló que la gente es menos feliz cuando su
mente divaga y que la gente no es más feliz cuando piensa en cosas placenteras
en vez de cuando se enfoca en lo que hace.
Este estudio, que continúa hoy día,
es un soporte a la idea de que la mente humana tiende a pensar en el pasado, en
el futuro o fantasear y alejarse del momento presente. Esta actividad mental
puede tener un precio muy alto en el bienestar.
Beneficios en la toma de decisiones
El estar consciente y atento de lo que
se está haciendo tiene numerosos beneficios. Uno de ellos
es que redunda en la efectividad, es decir, permite una mejor ejecución de la
tarea a emprender. La razón es que al estar más atentos en el presente aquí y
ahora se da menos cabida a la divagación mental y se pueden poner en práctica
los mejores recursos internos de los cuales se dispone.
Es como si abrieras un
solo programa en la computadora, ésta funciona mejor que cuando se abren muchos
programas a la vez. Estar enfocado es trabajar con un solo programa. Se han encontrado beneficios en la concentración y en la toma de decisiones, gracias a
tener menos distracción mental.
Muchos de estos beneficios se explican
por los estudios científicos de neuroimagenes
que develan el impacto de mindfulness a nivel cerebral.
Las investigaciones sugieren que esta práctica mejora la regulación
de las emociones; disminuye los pensamientos repetitivos; mayor actividad en el
hemisferio izquierdo cerebral, área asociada a las emociones agradables y al
bienestar; influye en el sistema inmunológico al disminuir la producción del
cortisol (la hormona del estrés); fortalece la función ejecutiva del cerebro
que se encuentra en la corteza prefrontal, área que correlaciona con la toma de
decisiones memoria, y la resiliencia.
Se ha encontrado igualmente que
favorece la empatía, esa capacidad de ponernos en la situación del otro, y por
supuesto la escucha al otro. Al estar más enfocados y conscientes podemos
percatarnos mejor de las respuestas verbales y gestuales de nuestros
interlocutores.
Permite a los individuos que lo
practican situarse en una perspectiva diferente respecto a las situaciones
problemáticas, para tener un espacio de respuesta que permita captar mejor las
oportunidades. De igual forma, se relaciona con menos estrés. El estar enfocado
en uno mismo y ser consciente de lo que aparece permite tener una mejor
sintonía interna y también externa por lo que hay menor desgaste y mejor
aprovechamiento de recursos personales y del contexto.
Se puede reaprender
Mindfulness, estar
enfocados y conscientes de lo que hacemos, sentimos y pensamos es una
cualidad innata, pero que vamos perdiendo a medida que crecemos, debido a la demanda de tareas múltiples y a la
estimulación continua a la que nos vemos sometidos.
El reaprendizaje requiere
de la práctica de ciertas tareas. Es un re-entrenamiento similar al que se hace
cuando se aprende cualquier habilidad en la vida. Se puede aprender a estar más
atento y consciente con ejercicios de meditación y al incorporar el estar más
atento deliberadamente en diversos momentos del día.
Cualquier actividad que
hagamos nos proporciona la oportunidad de ejercitar nuestra toma de consciencia
en el aquí y ahora: caminar, comer, movernos, hablar, quehaceres diarios.
Hoy día se cuenta
con múltiples programas de entrenamiento diseñados en centros de conocimiento
prestigiosos a nivel mundial y que se han adaptado a las necesidades de los
usuarios.
Desarrollar una actitud mindfulness en la formación integral de un coach de emprendimiento e
innovación permite potenciar muchos de sus recursos, así como prepararse para
afrontar las adversidades de una manera menos reactiva y desgastadora. Por esta razón, la enseñanza de esta práctica forma parte del programa "El Arte de Empezar e Innovar"
Comentarios
Publicar un comentario